RaúlMoneta

Conferencia Regional sobre Politicas y Estrategias para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y El Caribe
Ciudad de la Habana - Cuba - 18 al 22 de Noviembre de 1996

"ARTE, COMUNICACION E INFORMATICA"Conocimiento y uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Las transformaciones en el marco de la educación superior se configuran a partir de aspectos diferentes, articulados en una totalidad compleja. En este sentido, las nuevas tecnologías juegan un papel doblemente significativo. Por un lado, constituyen un nuevo modo de representación cultural que incide, más allá de su rol de herramienta, en el imaginario social, como registro de la percepción y condicionante de los modos de producir y comprender la realidad.

Por otra parte estos soportes técnicos, articulan el circuito comunicacional delimitando el uso de nuevas herramientas, las cuales inciden directamente en los procesos de comunicación, en la definición de los perfiles profesionales y en la acreditación de la demanda laboral.

Asimismo, el acceso a estos recursos vehiculiza la producción de conocimiento y la concreción de politícas de gestión y planificación estratégicas, a partir de sus cualidades de registro, acumulación, velocidad, centralización de fuentes diversas, confiabilidad, etc.

Desde esta mirada, la nueva tecnología constituye un modo de representación del mundo y simultáneamente una herramienta de poder.

En ambos casos ha sido depositaria de una confianza sin límites, que a la luz de sus verdaderos aportes en la mejora de la calidad de vida y, en el caso puntual de la Educación Superior, de la calidad educativa, merecería una interpretación menos lineal.

La presencia en la vida cotidiana de nuevos circuitos comunicacionales y herramientas tecnológicas, promueve respuestas antagónicas de similar intensidad: O la adhesión que es depositaria una vez más de la fantasía del progreso basada sólo en el avance científico tecnológico o el rechazo, también frecuente ante lo nuevo, que tiende a desvalorizar sus aportes.

La simple utilización del video casette en manos de un niño pequeño, en sus operaciones más elementales, (detener la imagen, retrocederla, acelerarla) supone algo más que la adquisición de habilidades operatorias. Implica una modificación estructural del concepto de tiempo que hubiera problematizado a un adulto promedio hace un par de décadas.

Pero como correlato, estas habilidades (encender, detener, rebobinar, apagar, acelerar) constituyen frecuentemente interrogantes indescifrables en la cotidianeidad del mundo del adulto.

Si se entiende la cultura como una tensión entre tradición e innovación, es sin duda tarea de la Educación Superior optimizar la aplicación de los recursos tecnológicos para mejorar la calidad de su oferta y recíprocamente preguntarse acerca de la significatividad y las consecuencias de estos cambios.

La tendencia a considerar los aportes tecnológicos como un valor autónomo, neutro, prescindiendo de la situacionalidad en que estos valores se producen, esteriliza muchas veces la capacidad de transformación y el impacto social de los mismos.

Desde esta hipótesis, la tecnología (de igual modo que en otros momentos históricos) es vehículo de información y comunicación. Pero si los mensajes que se vehiculizan a través de esas herramientas no realizan contenidos de orden social, y son incapaces de expresar en profundidad estados de consenso y valores humanos, la tecnología deja de ser vehículo para transformarse, al decir de Baudrillard, en el mensaje en sí mismo.

La capacidad de repetir y reproducir al infinito, la modificación de los conceptos de tiempo y espacio en la vida cotidiana, el acceso a circuitos de de comunicación complejos, el impacto de la adquisición de tecnologías de punta en la desocupación y el mercado laboral, la compulsión por construir sistemas de seguridad ante el temor a que se borre la memoria, aparecen como metáfora epistemológica de los nuevos modos de organización social que acompañanan las transformaciones.

La Educación Superior participa de esta tensión. Es necesario entonces conocer, manejar y desarrollar programas de actualización y capacitación en el empleo de las nuevas tecnologías, en sus múltiples y diversas facetas y aplicaciones. Y paralelamente construir espacios de debate y consenso que permitan comprender su significación y límites.


Los multimedia y las autopistas de la información

En la actualidad la cultura globalizada con una ostensible preeminencia de las informaciones y las comunicaciones genera constantemente nuevos mundos cuyas ramificaciones se extienden más allá de cualquier previsión, sin aduanas, fronteras o límites que la detengan.

Internet se destaca en esto como la red de redes sinónimo de variedad y multiplicidad de mensajes, valores, productos, servicios e intereses.

La comunicación masiva o multimedial, Internet, replantea cuestiones relativas a lo público y lo privado. Cientos de voces y de relatos se entrecruzan. Aparecen como vehículo para el acceso público pero preservan su caracter anónimo (lo neutro, el "se" heideggeriano) ya que los usuarios se identifican con un sobrenombre prescindiendo de otro tipo de datos. Sin embargo hay personas que si pueden, logran, saben, averiguan más información sobre otros (los hackers, crackers y phreackers). A medida que esto se perfecciona, otros grupos efectúan la contrarespuesta complejizando los sistemas de seguridad con el objeto de preservar el ingreso a la privacía de los participantes en estos foros. Aquellos que realizan sistemas de seguridad son generalmente ex-hackers que acceden al circuito para trabajar contra su antigua actividad.

Se construye así la paradoja comunicacional: mayor información/menor cantidad de propietarios de esos valores. Resulta tentador establecer un paralelo con otras esferas de la realidad social.

El acceso a la masividad informativa implicará en muy breve tiempo una nueva especialidad que es el desarrollar la habilidad suficiente, los conocimientos necesarios para encontrar con velocidad y precisión la información deseada. Como se ha dicho, la Educación Superior debe asumir la necesidad de capacitar en los marcos conceptuales, en la actitud crítica que acompañe la formidable irrupción de estas problemáticas.

La información circula a una velocidad y en una magnitud que implica el desarrollo de habilidades perceptivas, representativas y cognitivas para un acceso directo a lo que se busca o se necesita.

Preservación de la Identidad cultural

Hasta hace relativamente poco tiempo resultaba habitual escuchar predicciones acerca de la configuración de un mundo enfáticamente visual en las comunicaciones como paisaje del fin del discurso guttembergniano, el fin del libro. Sin embargo Internet ha vuelto a poner en muy primer plano el relato lineal, el relato escrito. Con otras herramientas (electrónicas) está cambiando el soporte que paulatinamente abandona el papel. Sin embargo la estructura del libro, el concepto de libro, de narración, es reflotado y renace de lo que parecían sus estertores.

Identidad y globalización

La infocultura en un mundo interrelacionado por redes con un altísimo grado de interactividad en la información y comunicación desarrollada, plantea interrogantes. ¿Como afectará al individuo en la medida que se masifique este tipo de tecnocultura?. Esa acción sobre el individuo, ¿que cambios generará en las conductas sociales? Pautas históricamente validadas como la idea de Nación, soberanía, sufrirán cambios, indudablemente, en una cultura globalizada. La relación globalización-regionalismos sugiere por el momento más preguntas que respuestas.

Por otro lado, la gran capacidad de acumulación y almacenaje de la información, y por tanto de la memoria, implica una recuperación del patrimonio cultural e histórico. El problema está en que una cultura hipertextual, con un interrelacionamiento en el texto, no ya en forma lineal, sino de una tridimensionalidad de acceso a la información, genera un relacionamiento espacial con esa información de una manera muy diferente y novedosa cuyo abordaje científico se encuentra en un Estado preliminar. La tecnología avanza, como una resonancia de la modernidad, a una velocidad mayor que la capacidad del conjunto social para comprenderla. Mientras el individuo accede a lo global resigna cierta referencia de su punto regional y local. Cobra importancia desde la Educación Superior la recuperación y conservación de lo cotidiano, de lo que tiene un inmediato acceso y opone al universal abstracto un universal situado: la identidad histórica, la consolidación de los tejidos sociales, el contacto directo entre sujetos, la afectividad, el lenguaje propio, la interpretación como competencia para comprender el mundo desde un lugar. Respuestas posibles frente a la brutal hiperproducción de valores culturales transnacionales, globalizados, cuyo signo es que, ante un mismo esfuerzo de realización de manufactura de una imagen comunicacional, se obtenga la mayor cantidad de usuarios, clientes o compradores posibles. El mercado reemplazando al Estado.

De todos modos, las grandes corporaciones de producción de mensajes están obligadas a dejar grandes áreas temáticas de lado para abarcar el mayor grado de universalización en su producción. En ese descarte se producen fisuras en las que se pueden fortalecer productoras pequeñas y locales, con el apoyo de profesionales que respondan a un nuevo perfil, formados en los conocimientos multimediales. Las Instituciones Educativas son parte sustancial de este desafío.

La aparente democratización de acceso a los medios de comunicación y a las fuentes de información, se esteriliza cuando es solo accesible a ciertos sectores que tienen la capacidad de ingresar, dejando marginados de estas tecnologías a un alto porcentaje de la población.

En la medida en que la tecnología permita una mayor convergencia de los medios de comunicación se potenciará su democratización. En la industria y aún en la producción de conocimiento se reemplazarán, en algunos casos, las computadoras personales por pequeñas terminales de una gran red, las cuales abastecerán de software y los bancos de datos necesarios para poner en funcionamiento cualquier tipo de programa de computación o aplicaciones informáticas. Esto demanda conexiones en red que posibiliten un muy alto flujo de información, es decir redes de alta velocidad. El sistema conocido hasta ahora que lo permitiría hacer y que no tiene prácticamente limitaciones de crecimiento es la fibra óptica. En la actualidad quienes mas fácilmente podrían llegar a abastecer este servicio de un conexionado de fibra óptica son los canales de video cable, que están mucho más cercanos de ofrecer este servicio a los hogares. Esta situación a resolver es lo que se ha dado en llamar el problema de los últimos 300 metros, que sería la distancia promedio entre los nudos troncales y las terminales hogareñas. No es así la ventaja de las compañías telefónicas que en este último tramo generalmente utilizan cables de cobre los cuales tienen un límite, un techo de pasaje de información.
Este nuevo sistema comunicacional resulta un híbrido entre la computadora y la televisión.

El cableado de fibra optica por encima del cable coaxil, tiene la capacidad de portar grandes paquetes de información de ida y vuelta, permitiendo la apertura a la interactividad. El usuario puede enviar información de vuelta al lugar donde fue originada y modificarla al agregarle nuevos datos. Operaciones tan sencillas como ir a un menú de películas y señalar la elección de preferencia , quizás reemplacen a los video clubes. Se podrán incorporar poderosos programas de computación para tareas muy específicas, accediendo a ellos con una total independencia en el tiempo. E incluso el trabajar en el hogar, controlar a distancia el trabajo en la oficina y guardar toda la información en un area privada de la red. Ya no se trata de un espectador medianamente pasivo, sino del que tiene un total control del momento, lugar y extensión de acceso a la información y la comunicación aun en el marco de las contradicciones señaladas.

Algunos autores plantean enfáticamente la pérdida del aura de la obra de arte ante su reproducción masiva. Y asocian a los Medios como protagonizadores de la degradación de la obra de arte. Es momento de preguntarse si esta reproductividad técnica acaso no es generadora de nuevas formas de arte.

En gran medida las realizaciones "artísticas" en los nuevos medios son producidas actualmente por operadores técnicos con una formación asistemática, atomizada y autodidacta. Cabría preguntarse por tanto si son los Medios en sí mismos, o quien produce en ellos, los verdaderos ejecutores de las modificaciones y transcripciones del arte en sus formas mas tradicionales. O si en todo caso, es la ausencia de especialistas lo que ha permitido embestir sobre este vacío.

Esta generación de espacios, para las modalidades que se están manifestando en un incipiente arte virtual, habrá de ser rescatando códigos tradicionales enhebrados en los nuevos lenguajes de expresión. Y paralelamente inventando su propia comunidad virtual a la cual exponer lo producido, para luego expandirse a toda la comunidad real. Valiéndose para ello de la escritura, las representaciones visuales y nuevas formas de producir música e imágenes.

Tecnología y Educación

Las transformaciones educativas operadas en los países latinoamericanos y del Caribe se realizan desde diversos enfoques y experiencias concretas. Pero el elemento común de estos procesos reside en la voluntad política de transitar el camino que va de la educación repetitiva, informativa y memorística tradicional a una educación significativa, de contenidos.

En esta línea la significatividad es social y académica y por tanto atañe a la Educación Superior. Uno de sus aspectos centrales consiste en promover la formación de sujetos críticos capaces de seleccionar, procesar y otorgarle sentido al desborde de información circulante, reduciendo la infinitud de caminos posibles a las variables sustantivas capaces de generar vías de profundización y desarrollos comprensivos complejos.

En el marco de la Educación Superior en las áreas de Pre y Post Grado, Extensión e Investigación la delimitación de temáticas preferenciales validadas social y metodológicamente y consensuadas a través de la participación del conjunto de los actores del sistema educativo, debería aportar criterios generales para la utilización adecuada de los nuevos circuitos comunicacionales. De este modo, la nueva tecnología significará un reservorio de actos posibles a futuro, para un sistema con la mirada puesta en mejorar la calidad de vida en nuestros países.



Lic. Raul Moneta
Rector Organizador Facultad de Bellas Artes
I.U.N.A.
Consejo para la transformación de la Universidad Argentina

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