a d

 

LuisaCalcumil


"Gerónima" 1986
"Sin querer" filmación de mayo 1996

"Luisa Calcumil EL ALMA DE UN PUEBLO"
Fernando Brenner Revista Nueva Año IV - No. 202 Domingo 28-05-95

Desde hace más de diez años la actriz mapuche recorre el país con sus espectáculos unipersonales, que reflejan la cultura de su comunidad. "Nueva" la entrevistó en San Martín de los Andes, donde filmó una de las películas que este año la tienen como protagonista.

"Los mapuches somos gente de linaje. Llevamos con orgullo los apellidos de nuestros antepasados, inspirados en la naturaleza ", repite Luisa Calcumil cuando recorre la Argentina interpretando obras unipersonales -muchas de su autoría- como ES BUENO MIRARSE EN SU PROPIA SOMBRA, ECOS DE LA GENTE DE MI TIERRA, LA TROPILLA DE RUPERTO o ALMA DE MAIZ.
Esta residente de General Roca, Río Negro, debutó como actriz cinematográfica en el filme GERONIMA (1986), de Raúl Toso. Encarnaba a Gerónima Sande, una descendiente de mapuches destruída por el desarraigo cultural. Esa película, premiada internacionalmente, le valió en nuestro país el Cóndor de Plata como revelación femenina. Luego participó del semidocumental AMOR AMERICA (1989), dirigido por Ciro Cappellari, que comienza con un homenaje: el entierro en Ingeniero Huergo de la cantora e investigadora Aimé Painé, muerta en 1987, y sigue con algunas de las composiciones teatrales de la Calcumil. Dos años después volvió a filmar con Cappellari HIJO DEL RIO (1991) -estrenada hace poco-, en la que Luisa interpreta a Ramona, una viuda paraguaya con cuatro hijos, que da cobijo a los dos protagonistas de la historia. Su ultimo papel fue el de Zunilda Choiquepán, una chamán que protege y orienta a las comunidades mapuches en LA NAVE DE LOS LOCOS, de Ricardo Wullicher.
Entre sus proyectos figura una nueva producción dirigida por Cappellari: SIN QUERER que se rodará en diciembre.

- ¿ Su comunidad recibe apoyo desde afuera ?

- Mucha gente suele venir en época de elecciones. Todavía no se ha podido armar un proyecto en el que blancos e indígenas avancemos hacia una misma vida de justicia y dignidad, pero creo que estamos en ese camino.

- En la prensa sólo aparece usted, como antes lo hacía Aimé Painé, ¿ Se siente sola ?

- No. Hay muchas personas preocupadas por aportar algo en el campo, la salud, la educación y el arte. A nosostros nos caracteriza una obstinación muy particular por el conocimiento. Pese a la adversidad, tratamos de ir a la Universidad; por lo general nuestra gente se inclina por las carreras humanísticas.

- ¿ Conoce aborígenes abogados ?

- Pocos. Uno es Eulogio Frites - (NUEVA No. 99) -, de origen colla. También conozco a un paisano mapuche que está estudiando Derecho.

- Es importante el estudio del Derecho porque muchas reivindicaciones nativas se resuelven en los tribunales.

- Aunque la Argentina está considerada un país de avanzada en legislación indígena, ninguna de sus leyes se aplica. Debido a la complejidad de estos asuntos, nosotros debemos prepararnos para estar en los lugares de decisión, cuidando de no traicionar a nuestra gente. No hay que conformarse con entusiasmos pasajeros o actitudes paternalistas de corto vuelo. El problema indígena no es sólo responsabilidad de ellos. Debe ser una preocupación general, porque si se atropella el pasado ¿ adónde vamos a ir ? Me llama la atención que haya tanto desapego por la tierra, que se haga alharaca con ser ciudadano del mundo.
¿ Cómo puedo ser universal si no sé adónde pertenezco ?

- Las necesidades básicas son las misma para todos...

- Se vinculan con la posibilidad de decir: "Yo quiero vivir acá", pero dignamente. En la argentina acordarse del campo y amar nuestra música es ser folclorista. ¿ Qué hay detrás de eso ? Desprecio por lo propio. Casi no nos hemos dado cuenta de que ha muerto un Yupanqui. En América no habrá futuro si no se respeta el espíritu que hay en los pueblos.

- ¿Cómo recibe el público sus obras unipersonales ?

- Cuando las represento en el campo siempre hay paisanos entre los espectadores. En ES BUENO MIRARSE EN SU PROPIA SOMBRA las abuelas conversan con el personaje, se borra el límite entre ficción y realidad, y todos participan espontáneamente.

- ¿ Critican alguna cosa ?

- Somos gente muy detallista. En ALMA DE MAIZ pongo una tortilla al rescoldo. En una ocasión, al terminar la función, vino un paisano y me preguntó: "Luisa, ¿ se alcanzó a hacer la tortilla ?"

- Su representante le consigue actuaciones. ¿ También pelea por el cachet ?

- Si. Pero entiende que a veces no cobro por actuar. En algunos pueblos, paisanos y ancianas me pagan con hospitalidad, con cariño. Son otras realidades que él respeta.

- ¿ Alguna vez la discriminaron en un escenario ?

- Hace unos años, en Mar del PLata, un director dijo: "Es la última vez que una india pisa este teatro". A pesar de esa experiencia, en esa ciudad siempre me ha ido muy bien.

- ¿ En teatros de ciudades representa sus obras en castellano ?

- En mapuche y en castellano. Pero hay cosas que no traduzco a propósito porque quiero hacer un homenaje a la cultura oral. Si hay algo que vale la pena, que se lo lleven en el corazón.

- En el campo la recepción del público es diferente.

- A veces la obra empieza seis horas más tarde de lo previsto. Y dura mucho más... Hay que esperar la llegada de gente en carros, caballos, camiones, los saludos y las conversaciones. Mientras tanto canto, toco la guitarra, improviso cuentos. Es un acontecimiento cultural muy rico porque participa mucha gente. Más de una vez, a la madrugada, me han llevado a una rogativa sencilla y directa: "Que tenga fuerza mi hermana". "Que salga bien su trabajo". "Que tengamos conocimientos pa'aprender".
¿ Qué le parece ? ¿ No es maravilloso ?


© arteUna - Todos los derechos reservados. Registro a la propiedad intelectual N.706.777