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CIHABAPAI


(Club de impíos herejes apóstatas blasfemos ateos paganos agnósticos e infieles, en formación)


LEON FERRARI 1º carta del año 1995

las otras:1997 /2001

 

Contra el Juicio Final
El Papa recomendó meditar en el Juicio Final
(AFP 9/1/95)


Quienes suscribimos la carta adjunta, luego de meditar sobre el Juicio Final - como pidiera el Papa - hemos iniciado una campaña para eludir la compañía de Satanás gestionando ante el Sumo Pontifice la cancelación de aquel Juicio.
Si usted comparte nuestra preocupación agregue su firma. Si considera prudente agremiarse para defender sus derechos, y los nuestros, únase a nosotros en el CIHABAPAI.




Juan Pablo II
Buenos Aires, 24 de diciembre de 1997
El Vaticano



De nuestra consideración:

Se acerca el fin del milenio. Se acerca, posiblemente, el Apocalipsis y el Juicio Final. Si es cierto que son pocos los que se salvan, como advierte el Evangelio, se acerca para la mayor parte de la humanidad el comienzo de un infierno inacabable. Para evitarlo basta volver a la justicia que Dios Padre dictó en el Génesis. Si El castigó la desobediencia de Eva suprimiendo nuestra inmortalidad, no es justo que el Hijo nos la haya restituido, tantos siglos después, prolongando padeceres. Si una parte de la Trinidad dicta una sentencia cuya pena termina y se completa con la muerte, no puede otra parte abrir cada causa, agregar otra sentencia, resucitar el cadáver y aplicar un castigo adicional que repite infinitas veces el castigo ya cumplido por el pecador una vez muerto. La justicia del Hijo contradice y viola la del Padre . La existencia del Paraíso no justifica la del Infierno: la bondad de los pocos salvados no les permitirá ser felices sabiendo eternamente que novias o hermanas o madres o amigos y también desconocidos y enemigos (prójimo que Jesús nos ordena amar y perdonar) sufren en tierras de Satanás. Le solicitamos entonces volver al Pentateuco y tramitar la anulación del Juicio Final y de la inmortalidad.

Lo saludamos atentamente


CIHABAPAI



Daniel Acosta, Rodolfo Agüero, María Inés Aldaburu, Irma Amato, Elba Bairon, Oscar Balducci, Carmen Baliero, Irene Banchero, Ricardo Bartis, Fernando Bedoya, Alfredo Benavidez Bedoya, Alicia Benitez, Oscar Bony, Juliano Borobio Matos, Mirta Botta, Marcelo Boullosa, Anahí Cáceres, Juan C. Capurro, David Carbó, Adrián Carreira, Alvaro Castagnino, Aníbal Cedrón, Gabriel Correa, Florencia Cres Cimbeni, Carmen D’Elía, Patricia Delmar, Santiago Deymonnaz, Mirta Dermisache, Juan Carlos Distéfano, Diana Dowek, Beba Eguía, Emei, Lucas Engel, Gabriela Esquivada, Fernando Fazzolari, León Ferrari, Alejandra Fenochio, Gloria Filipuzzi, Julio Flores, Luis Freisztav, Roxana Fuertes, Nora García, Fernando García Delgado, Marisa Gimenez, Andrea Giunta , Omar Glezer, Ana Godel, Joos Heintz, Alicia Herrero, María José Herrera, Graciela Jacob, Alvaro Jimenez, Noé Jitrik, Guillermo Kexel, Patricia Korenblit, Martín Kovensky, Ramiro Larraín, Gabriel Levinas, Ricardo Longhini, Tununa Mercado, Leonardo Moledo, María Moreno, Ester Nazarián, Adolfo Nigro, Luis Felipe Noé, Noy, Alejandro Oliva, Daniel Ontiveros, Margarita Paksa, Hilda Paz, Margarita Perata, Ricardo Piglia, Rep, Augusto Reinhold, Juan Carlos Romero, Marcia Schvartz, Oscar Serra, Oscar Smoje, Elsa Soibelman, Pablo Suarez, Cristina Tersaghi, Miguel Vayo, Daniel Veronese, Teresa Volco, Luis Ziembrosky, Vicente Zito Lema, Roberto Fabbiani.
(siguen las firmas).


Esta cartafue enviada en Navidad una vez que se reunieron cien firmas.


Segunda carta al Papa


Diciembre de 2000, reiterada en 2001
Juan Pablo II
El Vaticano
Asunto: Por un milenio sin infiernos

De nuestra consideración:
En su artículo 5, la “Declaración Universal de Derechos Humanos” (1948) dice: ...nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
El artículo I de la “Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes” (1984) califica como tortura todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero, información, o una confesión, o de castigarla por un acto que haya cometido..., y agrega: todo Estado castigará esos delitos con penas adecuadas.
La última ¿última? edición del Catecismo de la Iglesia Católica (1998) comparte la condena: La tortura, que usa de violencia física o moral, para arrancar confesiones, para castigar a los culpables, intimidar a los que se oponen, satisfacer el odio, es contraria al respeto y a la dignidad humana (n. 2297).
El mismo Catecismo admite los suplicios: La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del infierno, “el fuego eterno” (n. 1035).Al sufrimiento de las almas el Catecismo suma el de los cuerpos. La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores” (Hch. 25,15), precederá al Juicio Final. Esta “será la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y los que hayan hecho bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación” (Jn. 5,28-29) “...e irán éstos a un castigo eterno y los justos a una vida eterna” (Mt. 25, 31,32,46) (n. 1038).
Se materialice o no el sufrimiento anunciado por Jesús, corresponda o no juzgarlo con nuestras leyes, el miedo de los creyentes al futuro suplicio es ya un suplicio: un sufrimiento mental actual que nuestras leyes y el Catecismo prohíben.
Frente a estas convicciones de la Iglesia, que rechaza la tortura en vida y la admite en almas de muertos y cuerpos de resucitados, y alarmados por la declaración vaticana de que el Infierno existe, es eterno y está lleno de malvados, le solicitamos: a) que extienda al más allá el repudio a la tortura proclamado en el Catecismo, b) que gestione se respeten los derechos humanos de la multitud de almas que están sufriendo, algunas desde el Gólgota, en tierras de Satanás.
Terminar con padecimientos de millones, desalojar y demoler el infierno, tranquilizar a los creyentes puede hacer realidad su esperanza de que la Iglesia pasará a la historia como la defensora del hombre.
Lo saludamos muy atentamente,

CIHABAPAI, Club de impíos herejes apóstatas blasfemos
ateos paganos agnósticos e infieles.
cihabapai@hotmail.com

 

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