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MUROS, CAÍDOS y en PIE. BERLIN / BELFAST
 
La caída del Muro de Berlín acabó con la guerra fría cuando el siglo XX llegaba a su fin, Mientras tanto otros siguen en pie. En el siglo XXI se construyen muros más sofisticados y se levantan otros intangibles, pero tan contundentes como los de material. Los muros se derriban sólo para las mercancías y el Capital.

INDICE : MUROS CAIDOS
CONSTRUCCION DEL MURO DE BERLIN
LA CAPITAL DIVIDIDA
DOS PAISES
LOS QUE ESCAPARON
CAE UNA BARRERA QUE DURÓ 28 AÑOS
ALEMANIA HOY
CIERRA LA MURALLA: GUNTER GRASS DESCONTENTO CAIDA DEL MURO LINKS:

INDICE: MUROS EN PIE BELFAST
LINEA DE PAZ (MURO) DE BELFAST
UNA HISTORIA DE IRA
OCHOCIENTOS AÑOS
LA BELLA EIRE
BAJO EL SIGNO DE LA SANGRE
EL COMIENZO DE LA GUERRILLA
LA VIOLENCIA EN EL ULSTER
MILLIONS BRICKS VÍDEO DOCUMENTAL IRLANDA DEL NORTE EN 1999
LOS RAPEROS DE SCEANCHAI


CONSTRUCCION DEL MURO DE BERLIN
En 1945, al término de la segunda Guerra Mundial, los vencedores de Alemania (Estados Unidos, la entonces Unión Soviética, Inglaterra) ocuparon y dividieron, para su control, el territorio alemán. Esta división fue una consecuencia directa del conflicto armado entre los poderosos del mundo: ninguno de los vencedores quería que el antiguo régimen fascista volviera a adquirir poder. Los Estados Unidos y la Unión Soviética (ahora Rusia) acordaron ocupar el país para después hallar un régimen pacífico y de libertad para los alemanes. Muy pronto se vio claro que las potencias vencedoras no podían ponerse de acuerdo sobre una política de ocupación común. En definitiva, detrás de todo este proceso estaba la rivalidad ideológica de dos sistemas sociales opuestos y la política expansionista del gobierno soviético de entonces.

LA CAPITAL DIVIDIDA

Berlín. Desde 1961 hasta 1989 Alemania estuvo separada. Lo difícil de esta creación de fronteras en un mismo país fue que mucha gente, en un corto periodo, tuvo que separarse de sus familias (que podían vivir simplemente en el otro lado de la ciudad); muchos trabajadores se quedaron sin empleo por la construcción del muro, y sobre todo fueron instaurados sistemas sociales que separaron no sólo a los ciudadanos alemanes en su territorio, sino también en creencias, en afectos y en formas de vida; todo esto sin consultarlo previamente. Las resoluciones para Alemania se tomaron en el seno del conflicto entre las potencias más fuertes, Estados Unidos y la Unión Soviética, que se disputaban el poder del mundo a través de una carrera armamentista que preocupaba por la constante amenaza de una guerra nuclear.
Berlín, la capital, también fue dividida. La división física de la ciudad se consumó en agosto de 1961 con la construcción de un muro comunista de separación, motivada por el hecho de que el régimen de la República Federal Alemana no podía frenar de otra manera la creciente corriente de fugitivos que querían desplazarse al otro lado de Berlín. Desde 1961 hasta 1989 Alemania estuvo separada. Lo difícil de esta creación de fronteras en un mismo país fue que mucha gente, en un corto periodo, tuvo que separarse de sus familias (que podían vivir simplemente en el otro lado de la ciudad); muchos tabajadores se quedaron sin empleo por la construcción del muro, y sobre todo fueron instaurados sistemas sociales que separaron no sólo a los ciudadanos alemanes en su territorio, sino también en creencias, en afectos y en formas de vida; todo esto sin consultarlo previamente. Las resoluciones para Alemania se tomaron en el seno del conflicto entre las potencias más fuertes, Estados Unidos y la Unión Soviética, que se disputaban el poder del mundo a través de una carrera armamentista que preocupaba por la constante amenaza de una guerra nuclear.

DOS PAISES
Con la construcción del Muro de Berlín, surgieron dos países. En el oeste (República Federal de Alemania) y en el este (República Democrática Alemana), existían sistemas de gobierno, ordenamientos económicos, ejércitos y compromisos de alianzas diferentes. Los ciudadanos de ambos Estados disponían de pasaportes distintos, aunque según la concepción jurídica occidental, todos tenían la misma nacionalidad alemana. Durante la existencia del Muro, que fue de casi cuarenta años, muchas personas intentaron cruzar las fronteras por estar en desacuerdo con el régimen que les había sido impuesto. Los ciudadanos intentaron escapar de muchos modos: a través de túneles o saltando el muro desde ventanas cercanas. Algunos lograron salir, otros fueron encarcelados o murieron en el intento.
En la década de los ochenta, la Unión Soviética expresó al mundo el comienzo de sus reformas al régimen socialista, con el canciller soviético Mijail Gorvachev. Ese fue el inicio de una ola de protestas, de movimientos sociales que acabaron por transformar el bloque socialista, hasta casi desaparecerlo. Entre los países que protestaron en contra de su sistema de gobierno, y en contra de la división, estuvo la República Democrática Alemana. En 1989, bajo la presión del mundo, el gobierno aceptó la apertura de fronteras y el derrumbamiento del Muro. Después de varias décadas muchas personas volvieron a ver a su familia, y pudieron por fin, salir de un país que les cerraba la libertad de tránsito. El Muro cayó, sin embargo todo había cambiado. El estado de división política finalizó el 3 de octubre de 1990 cuando la República Democrática Alemana se incorporó a la República Federal dejando así de existir cuatro décadas después de su fundación.
Las posturas también se hicieron opuestas en cuanto al futuro de la Alemania reunificada. Las fuentes, que aquí revisaremos, nos hablarán de cómo, tanto en los momentos que antecedieron a la división de Alemania, así como después de la reunificación, ha habido posturas muy Diferentes con respecto a las resoluciones tomadas para Alemania.

 

LOS QUE ESCAPARON
Más de 40.000 personas lograron escapar. (...) En el verano de 1989 se produjo el mayor éxodo de alemanes orientales hacia la República Federal desde la construcción del muro. (...) Quince vopos (policías de fronteras), murieron durante estos 28 años. (...) Los berlineses agudizaron su ingenio para intentar escapar: un hombre cruzó el mar Báltico con un minisubmarino y consiguió llegar a Dinamarca; un vehículo Isseta fue empleado 18 veces para transportar a fugitivos, que se escondían en el hueco de la calefacción y en la batería; un coche consiguió pasar por debajo de la barra fronteriza gracias a su pequeño tamaño; una familia utilizó un cable tendido sobre el muro por el que se deslizaron y otros huyeron con un globo aerostático.
Una cadena de televisión norteamericana financió a cambio de la exclusiva la espectacular fuga de 29 personas bajo tierra. Otros tuvieron menos suerte. Los berlineses que consiguieron llegar a la RFA tuvieron una muy buena acogida por parte de sus paisanos occidentales y el Gobierno les dio todo tipo de facilidades. Los medios de comunicación también contribuyeron creando un clima favorable a la integración.

CAE UNA BARRERA QUE DURÓ 28 AÑOS
El 9 de noviembre de 1989, a las 23.14 horas, ante una avalancha de personas, se abrieron las barreras del muro de Berlín. El bloque de cemento, el símbolo más elocuente de la división del mundo en dos bloques y un obstáculo insalvable entre las dos Alemanias, se convirtió esa noche en un punto feliz de encuentro entre el este y el oeste. Miles de ciudadanos de la RDA pasaron al oeste, donde fueron recibidos por los berlineses del otro lado con champán y alegría. (...) Después de una noche de celebración, el alcalde de Berlín, Walter Momper (SPD), declaró en una alocución: «Ayer por la noche el pueblo alemán fue el más feliz del mundo».
El derribo del muro coincidió asimismo con la desaparición del Telón de Acero. Hungría, en 1988 (...) La política aperturista de Gorbachov en Rusia había posibilitado en marzo de ese año, en las primeras elecciones al Congreso de los Diputados del Pueblo desde hacía 70 años, la mayoría para los políticos reformistas frente a los candidatos más ortodoxos del Partido Comunista. En verano de ese mismo año, (...) Polonia se transformó en una democracia de tipo occidental. El Comité civil Solidaridad, brazo político del sindicato de Lech Walesa, ganó las elecciones por mayoría y el candidato Tadeusz Mazowiecki se convirtió en el primer jefe de Gobierno no comunista en un país del Este de Europa. El final de año y de década trajo también el fin del comunismo a Checoslovaquia y Rumanía. La llamada 'Revolución de terciopelo' de Praga con una protesta masiva y continuada del pueblo checo forzó la caída del Gobierno. El defensor de los derechos civiles Václav Havel, encarcelado a principios de ese mismo año, fue elegido presidente. En Rumanía, la revolución fue acompañada de un baño de sangre, (...) con la ejecución del Nicolae Ceaucescu, y su esposa Elena el 25 de diciembre. Con la revolución rumana, que duró sólo una semana, desapareció el último régimen estalinista en Europa del Este.

(...) «Alemania tenía que ser castigada eternamente como país del Holocausto, y su división era la dura respuesta de la historia». La eternidad en política puede durar apenas unos segundos. Nadie, ni en Alemania ni en el mundo, podía imaginar lo que iba a suceder el 9 de noviembre de 1989, cuando Egon Krenz, secretario general del Partido Comunista de la antigua RDA, decidió que todos los habitantes de esta república podían viajar al extranjero. El Muro de Berlín se vino abajo. Pero para que se produjera ese simple y fundamental hecho debieron de concurrir algunos factores: por un lado, el empuje de los ciudadanos alemanes del Este y su fuerza centrífuga imparable hacia el Oeste; por otro, la pulcritud y el tacto político de un líder innovador indiscutible, Mijail Gorbachov, y su pretensión de afianzar su perestroika y la apertura de Rusia al mundo. Sigue >>

De www.canales.elcorreodigital.com

 

ALEMANIA HOY

Es desde hace más de una década un país política y económicamente unido pero en algunos aspectos el Muro sigue dividiendo a los alemanes. «Pensaba que la integración del este con el oeste llevaría una década, pero ahora creo que harán falta 40 años», declaraba a la NBC Edmund Stoiber, jefe de Gobierno de Baviera, durante la celebración del décimo aniversario de la caída del Muro. La llegada de mano de obra joven y cualificada procedente de Berlín Oriental fue una buena noticia para empresarios y Gobierno, a pesar de los dos millones de desempleados que había en la República Federal en 1989. Un alto porcentaje de los nuevos contratos que se hicieron, sobre todo en los primeros años, han sido para los berlineses orientales, lo que ha provocado malestar en un segmento de la población, que acusa a sus paisanos de robarles sus empleos.
Además, las empresas no tienen más incentivos fiscales desde que desapareció la frontera y algunas se han ido a otra parte. Alemania sigue siendo la primera potencia europea y la que más contribuye a las arcas de la UE, pero la última cifra oficial de desempleados roza los 3,5 millones y no deja de aumentar. Según un informe del Gobierno presentado en abril de 2001, Alemania no ha logrado repartir bien su riqueza y las desigualdades sociales han aumentado de manera notable en los últimos 20 años. La brecha entre ricos y pobres se ha incrementado al tiempo que se evidencia la diferencia de rentas entre el este y el oeste. (...) Durante casi treinta años unas 100 personas murieron en el intento de escaparse al oeste: La primer víctima fue Peter Fechter en 1962, el último Chris Gueffroy en 1989. Sigue >>
De www.alemania-online


CIERRA LA MURALLA / DESCONTENTOS

El escritor germano Günter Grass asegura que el modo en el que se produjo la reunificación de su país propicia una peligrosa centralización del poder, y denuncia que el capitalismo vuelve a actitudes del siglo XIX. Recientemente provocó una tormenta política, una más, al pronunciar un discurso en el que decía avergonzarse de su país por su política de deportación de emigrantes y por el apoyo militar alemán al régimen turco. Fue en un discurso en honor del escritor Yasar Kemal, padre, a su vez, de la novela contemporánea turca, que recibía el Premio de la Paz otorgado por la Asociación de Libreros Alemanes, el máximo galardón literario en ese país. Muchos asistentes lo aplaudieron espontáneamente. Las autoridades de las primeras filas, sin embargo, permanecieron calladas, inmóviles, indignadas
Párrafos de una entrevista hecha por Hermann Tersch (La Nación) a Günter Grass en 1997. Siete años después de la caída la caída del Muro y de la reunificación alemana:
- Usted fue muy crítico hacia la unificación alemana. Eso le costó muchos ataques.
- Yo no estuve contra la unidad alemana, eso fue una presentación falsa de mi postura. Yo estaba en contra de que aquello fuera una simple anexión, de que se obligara a casi 16 millones de personas a olvidar su pasado. Y sigo creyendo que no se pueden unir de golpe esos 16 millones a otros 60. Han vivido 40 años en regímenes diferentes. Todo debía haberse hecho de forma más cuidadosa, más lenta y sobre la base del federalismo alemán. Yo no quería la República Federal ampliada, sino una liga de Estados alemanes. Pero sucedió lo contrario. El federalismo de nuestra Constitución se vio debilitado. Berlín será capital y esto siempre tenderá al centralismo, y a los alemanes nunca nos ha sentado bien. Nuestra fuerza, también la cultural, está en la pluralidad de nuestro federalismo.
-¿Y ve cumplidos sus temores de antaño? -En 1990, 1991 y 1997 me llamaron "vendepatria", "agorero de la nación" y de todo. Quienes lo hacían callan hoy porque mis temores se han visto superados por la realidad. Tanto en la cifra de desempleados como en el proceso de despojamiento. El 90% de la propiedad inmueble y del suelo de la antigua República Democrática está en manos de alemanes occidentales. Es una evolución terrible. Esto también ha producido una nueva división de las mentalidades: el [alemán] oriental, decepcionado, se desentiende de lo que pasa en el Oeste.
- Con la reunificación hubo quien habló del retorno del alma alemana. Y de que retornaban los fantasmas de un país que podía volver a buscar un camino propio, al margen del resto de Europa. ¿Lo teme usted? - No veo un peligro directo porque, por propia culpa, las dificultades económicas de la República Federal son muy graves: el marco alemán ha quedado muy debilitado en los últimos tiempos. Y en lo que siempre he visto una debilidad -y lo vengo hablando desde mucho antes de 1989- es en esa incapacidad para definirnos. Hay dos posiciones: la extrema nacional, que se vuelve nacionalismo, o la que en defensa contra el nacionalismo se disuelve en lo cosmopolita, creyendo que todos los problemas que tenemos los podremos resolver en una Europa futura. Esto es también falso. Hay que hacer el trabajo en casa. Si no, existe el peligro de llevarnos a Europa las querellas alemanas.
-¿Ve esperanzas para este cambio? -La política alemana está estancada, y pienso que la de toda Europa también. Se ha considerado a Europa occidental como victoriosa contra el comunismo. Y como todos los vencedores en la historia, hace tonterías. Vencer parece una vía segura a la estupidez. Hemos dado vía libre al capitalismo, que desde una cierta civilización vuelve a actitudes del siglo XIX. Muchas cosas que se consiguieron por el largo trabajo del movimiento obrero están siendo demolidas. Se destruye el consenso social. Y lo está haciendo el capital. Cada vez que una empresa despide a sus trabajadores, suben sus acciones. Es una situación perversa que se refleja en esta relación entre ganancia por acciones y desempleo. Todo eso ha ido mal.
Fragmento del Discurso de Günter Grass en la entrega del Premio Nobel de la Paz, al turco Yasal Kemal, en Frankfurt, Alemania, en octubre de 1997:
-¿Por qué opinó Günter Grass que la unificación fue realizada equivocadamente? -¿Cuáles fueron los temores que Grass había comentado, los cuales fueron "superados" con la unificación?
Señoras y señores, mi llamado va dirigido también a la audiencia alemana —no sólo a la turca que estaba presente apoyando a Yasal Kemal— Ninguna persona en esta reunión, en Paulskirsche, que represente los intereses de Kohl, canciller de la República Federal Alemana, sabe que por años el gobierno de la República Federal ha provisto de armas de la República Turca, que se encuentra desde hace tiempo en una encarnizada guerra entre su propia gente. Después de 1990, cuando el momento propicio abrió la posibilidad de la reunificación alemana, tanques y vehículos armados fueron tomados de los almacenes de la Armada de la República Democrática Alemana y fueron enviados a la guerra en el país mencionado. Nos hemos convertido en cómplices. Hemos condonado este negocio rápido y sucio. Yo estoy apenado de mi país, que ha degenerado hacia una entidad económica en la que sus gobernantes permiten tratados comerciales que conllevan muerte y que todavía se atreven a negar asilo político a los kurdos que lo solicitan. Sigue >>

De redescolar /Otras fuentes

Bibliografía recomendada
Krushev Nikita Sergeevich. The Soviet stand on Germany. Documents, incluiding diplomatics papers for Germany peace treaty. New York, 1961.
Legies Rudolf R. Los convenios de la cuatro Potencias sobre Berlín. Berlín, 1959.
Nooteboom, Henryck. La desaparición del muro. Crónicas alemanas. Barcelona, 1991.
Violaciones de los derechos del hombre. Bonn, Ministerio Federal para asuntos de toda Alemania, 1962.
Películas recomendadas
La Promesa. Directora Margarethe von Trotta, Rep. Federal Alemana, 1995.
Fortunas de la Guerra. Director James Cellan Jones, E.U.A., 1987.
Las alas del deseo

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BELFAST

Belfast es una ciudad de unos 300.000 habitantes. Desde que estallaron los troubles, en 1968, la población católica va ganando dígitos en la demografía de las religiones. En el censo de 1971, el 34% de los vecinos era católico. En el último censo, el de 1991, era el 42.7%. Y es posible que, en el del 2001, se acerque al 50%. Es el resultado de la mayor procreación de los católicos y también de la fuga de clases medias protestantes hacia el este, como consecuencia de la exacerbación del conflicto en Irlanda del Norte.
Un miembro de Sinn Fein es el nuevo alcalde de Belfast, pero el proceso de paz no ha derribado ninguno de los muros que separan a sus vecinos. El City Hall de Belfast era una bastión histórico del unionismo. Ian Paisley saltó a la fama cuando lideró una marcha de protesta contra el ayuntamiento porque su alcalde, un unionista reformista, había arriado a media asta la bandera británica ante la muerte del papa Juan XXIII. En los últimos años ochenta, el unionismo colgó de la cúpula del ayuntamiento un cartel con el eslógan «Ulster dice no», tras la firma por Margaret Thatcher, en 1985, del Acuerdo Anglo-Irlandés.
Para entonces, Alex Maskey (...) Era un miembro de la quinta del IRA de Gerry Adams. Tenía 16 años en 1968. (...) Luego, fue internado como sospechoso de pertenecer al IRA, en 1971 y 1975. Nunca fue juzgado, pero Maskey reconocería sin problemas que no es mentira decir que todos los miembros del Sinn Fein de su generación y de su nivel han sido o son miembros del IRA. En junio de 2002, fue elegido como Lord Mayor, un puesto presidencial, que no tiene las funciones ejecutivas de los alcaldes españoles. El Lord Mayor preside las reuniones del consejo municipal y representa a la ciudad. La alcaldía de Maskey / Texto: Íñigo Gurruchaga. Londres /17/06/2002.

LINEA DE PAZ (MURO) DE BELFAST

Construido por Gran Bretaña con el objetivo de dividir la ciudad de Belfast, capital de Irlanda del Norte. De esta forma los católicos, partidarios de la independencia del Reino Unido y la reunificación de Irlanda, viven separados por un muro de los protestantes, partidarios de la Corona Británica.
El síntoma de la crisis es que, desde el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, no se ha caido ninguno de los 28 ignominiosos muros construidos para separar a católicos y protestantes en los barrios más desolados de Belfast. Esta misma semana, se ha construido un nuevo ‘muro de la paz’ para separar a los vecinos de Belfast. En Short Strand, desde hace días, católicos y protestantes se lanzan piedras o pequeñas bombas. También se disparan furtivamente. En Ardoyne, las brasas de la disputa sobre el paseo de los niños católicos a un colegio ubicado en una zona protestante, aún están vivas. Allí se planea ahora otro muro de la paz. ¿Qué paz se construye sobre semejantes cimientos? Una estabilidad política precaria, en la que el reparto de carteras ministeriales o alcaldías no difumina la desconfianza mutua. Crece lo que ha dado en llamarse «alienación unionista», el sentimiento de que David Trimble y sus aliados están bailando al son de un pacto entre el Gobierno británico y Sinn Fein, basado en avanzar hacia la unidad de Irlanda a cambio de que el IRA no dispare en público.

UNA HISTORIA DE IRA
Paz en Irlanda del Norte: "Ejército Republicano" versus paramilitares; católicos versus protestantes; irlandeses versus ingleses. ¿Pueden desaparecer de un plumazo ochocientos años de odio? Las negociaciones van y vienen, y todo indica que en el largo plazo el Ulster formará parte de la República de Irlanda. También puede predecirse que la violencia no terminará pronto. Tal como están las cosas, dentro de ocho días comenzará un nuevo diálogo por la paz en Irlanda del Norte. Hasta hace dos meses, el proceso parecía bien encaminado: apenas asumió su cargo, el primer ministro británico -Tony Blair- invitó a que el Sinn Fein (el partido político ligado a la guerrilla católica) participara de las negociaciones sin exigirles que el IRA (siglas en inglés de Ejército Republicano Irlandés) decrete previamente un alto el fuego. Aunque se preocuparon por destacar que no tienen influencia sobre el grupo armado, los líderes del SF Gerry Adams y Martin McGuinness aceptaron la propuesta. La actitud de los dirigentes protestantes fue variada: el moderado Partido Unionista del Ulster (UUP) prestó su apoyo, mientras que el más radicalizado y violento Partido Democrático Unionista (DUP, con buena llegada a los grupos paramilitares) la consideró una especie de rendición. Su líder, el reverendo Ian Paisley, acusó a Mo Mowlam -secretaria para Irlanda del Norte- de ser "prorrepublicana". (...) Pero, a principios de julio, la cancha se embarró totalmente cuando los integrantes de la Orden de Orange -protestantes- anunciaron que organizarían desfiles en toda la región para recordar la aplastante victoria del rey inglés Guillermo de Orange sobre los católicos irlandeses y escoceses. No sólo eso: el trayecto previsto incluía una recorrida por varios barrios católicos. Apenas se supo que la secretaria Mowlam había autorizado las marchas, el Sinn Fein llamó a la desobediencia civil: los irlandeses respondieron tanto que desbordaron al SF y ni Adams ni McGuinness pudieron frenar la violencia que se había desatado. El primer muerto fue un protestante a quien le explotó la bomba que estaba armando. Durante unos días se vivió un clima de guerra civil similar al de 1969, cuando los enfrentamientos dieron pie a la ocupación del Ulster por las tropas británicas. (...)

OCHOCIENTOS AÑOS

La ciudad de Belfast tiene su propia versión del Muro de Berlín, unos paredones verdes que separan los barrios católicos de los protestantes. Comenzaron a construirse desde la llegada de las tropas británicas que arrasaron los barrios católicos tras los disturbios de 1969. No hace mucho que la gente comenzó a animarse a vivir en barrios mixtos y a relacionarse con los "otros", más o menos discretamente por temor a represalias. Allí, como en todo el Ulster, se vive y se muere por la religión a la que se pertenece.
Aunque los atentados del IRA son más conocidos por su espectacularidad, los grupos paramilitares protestantes como la UVF (Fuerza de Voluntarios del Ulster), UFF (Unión de Combatientes del Ulster) y UDF (Fuerzas de la Defensa del Ulster) no son menos letales: algunos suelen hacer rondas nocturnas y paran a los transeúntes para preguntarles si son católicos o protestantes.
(...) ¿Por qué tanto odio? La violencia de uno u otro lado no es cosa nueva: tiene ochocientos años de antigüedad, tantos como los de la ocupación inglesa. (...)


LA BELLA EIRE

Eire -o Erin o Eriu- es el nombre que los celtas dieron a la isla en su lengua, la gaélica, y que los ingleses convirtieron en Ireland. Aquellos llegaron allí hacia el siglo cinco antes de Cristo y se fusionaron con sus antiguos habitantes, los pictos. Su sociedad estaba organizada del mismo modo que la de otros pueblos célticos: la isla estaba dividida en cinco provincias (Ulster, Meath, Leinster, Munster y Connaught), que a su vez se dividían sucesivamente hasta llegar a la tribu y al clan.
Cuando, hace unos años, el dirigente del IRA Bobby Sands llevó su huelga de hambre hasta la muerte, no hizo más que resucitar una antiquísima tradición irlandesa, acorde con el sentido del honor que tenían los celtas: la víctima de una injusticia acostumbraba ayunar ante la morada de su ofensor, sabedor del descrédito en que caería éste si lo dejaba morir de hambre. (A principios de siglo ya había hecho lo mismo el alcalde de Cork, Terence MacSwiney, quien murió en prisión después de ayunar durante sesenta días.) Convertidos al cristianismo hacia el siglo quinto gracias a Patricio, el obispo que después fue su santo patrono, vivieron tranquilos hasta que, a fines del siglo ocho, fueron invadidos por los daneses.


BAJO EL SIGNO DE LA SANGRE

Después del primer despojo las cosas fueron de mal en peor. Robert Bruce, el rey que unificó Escocia, los ayudó en una oportunidad, pero fue derrotado y debió volver a su país en 1318. Dos siglos más tarde, Enrique VIII se proclamó rey de Irlanda. Su reforma religiosa, resistida en la isla, permutó el odio ya existente entre los "enemigos irlandeses" y los "sangrientos ingleses" por la hostilidad entre católicos y protestantes. A cada levantamiento -como los de los O’Neill, condes de Tyrone; o las guerras del conde de Desmond- siguió una represión peor. (...) La última gran rebelión (hasta este siglo) fue cuando los irlandeses apoyaron a Jacobo II y a los escoceses en su intento por recuperar el trono, que a la sazón estaba en manos de su yerno, Guillermo de Orange. Éste derrotó a su suegro el 11 de julio de 1670 y terminó por someter a los irlandeses al año siguiente. Las medidas que siguieron no ayudaron a mitigar el odio: más tierras confiscadas, se desarmó a los católicos y se les prohibió cualquier manifestación y enseñanza de su culto. Les quitaron también el derecho a votar y prohibieron los matrimonios mixtos.


EL COMIENZO DE LA GUERRILLA

La política desarrollada contra la economía irlandesa afectó incluso los intereses de los propios colonos ingleses, quienes comenzaron a pedir que se suavizaran las leyes. Lentamente los irlandeses comenzaron a recuperar sus derechos (a practicar su culto libremente en 1782, la emancipación de los católicos y su derecho al voto en 1829). Pero esas leyes llegaron tarde: desde hacía décadas, sin fuerzas para una rebelión generalizada, los irlandeses habían comenzado a crear sociedades secretas como la de los Corazones de Roble o los Defensores y adoptado un sistema de atentados contra funcionarios y párrocos protestantes (que vivían, entre otras cosas, a expensas del diezmo obligatorio de los católicos).
Ya entrado el siglo pasado, sucesivas (tremendas) hambrunas obligaron a muchos irlandeses a migrar y los que quedaron fueron radicalizándose. (...) El home rule nunca se llegó a sancionar, pero alcanzó para que los protestantes se preocuparan y solicitaran que, de reglamentarse, se decidiera también que el Ulster (donde ellos eran mayoría a causa del exterminio de los siglos anteriores) se desintegrara de Irlanda. Pero si hasta entonces la acción violenta era muy discutida por los católicos, cuando el proyecto de autonomía fue dejado de lado en aras de la Primera Guerra Mundial los irlandeses abrazaron decididamente la violencia.
Rebelión otra vez La bandera de la independencia fue tomada por un partido creado a principios de siglo: Sinn Fein ("nosotros solos", en gaélico). A todo esto, el gobierno británico había hecho un doble juego: mientras parecía dispuesto a aprobar el home rule, alentaba a los unionistas protestantes a que organizasen fuerzas de voluntarios (eufemismo por organizaciones armadas) para defender el Ulster.

Durante la Pascua de 1916 estalló una nueva rebelión, que fracasó. Dieciséis de sus líderes fueron ejecutados, a pesar de que les habían prometido ciertas garantías.
A fines de 1918, unas elecciones generales dieron el triunfo a los republicanos en toda la isla excepto el Ulster. Los diputados rehusaron sentarse en el Parlamento británico para no jurar fidelidad a la Corona (lo mismo que ocurre actualmente con Gerry Adams y Martin McGuinness, diputados electos pero no en funciones) y fueron más lejos: declararon la República Irlandesa, nombraron presidente a Eamon de Valera, dirigente del Sinn Fein, y establecieron un Parlamento propio. De esta época data la creación del IRA, el Ejército Republicano Irlandés.


LA RESPUESTA BRITÁNICA FUE EL TERROR

Encarcelaron a los líderes republicanos y crearon un cuerpo de policía formado por criminales perdonados a cambio de servir en Irlanda; entre enero de 1920 y julio de 1921 incendiaron la ciudad de Corck y gran parte de las de Limerick, Granard y Balbriggan, además de cien aldeas y más de dos mil edificios en distintos lugares. Todo esto sin contar los asesinatos cometidos por los "voluntarios" y la matanza realizada por el ejército durante un partido de fútbol en Dublin.(...)
La pelea en el Norte En los seis condados que forman el Ulster nunca dejó de haber conflictos. Los católicos son ciudadanos de segunda, a cuyos padres o abuelos sorprendió la división en un territorio mayormente protestante: vaya como ejemplo el dato de que en West Belfast, el sector obrero de la ciudad, sólo quince por ciento de la gente tiene trabajo, porque la mayoría de los protestantes se niega a emplearlos. Los incidentes más graves ocurrieron en 1969, cuando el gobierno británico detectó indicios de una resistencia armada católica.

Era el resurgimiento del IRA. Las luchas callejeras fueron tales que los barrios católicos de Belfast y Derry resultaron arrasados. Durante veinticinco años, la violencia no cedió: el domingo 30 de enero de 1972 (uno de los tantos "domingos sangrientos" de la historia irlandesa), durante una manifestación murieron catorce personas a manos de las tropas británicas y otras tantas fueron heridas. Más de veinte mil soldados ocuparon el Ulster y fue disuelto el autogobierno. Desde entonces, entre los ataques del IRA y los de los paramilitares unionistas, murieron más de tres mil personas. (...)
El atentado más sangriento se produjo en 1974, cuando dos bombas estallaron en bares de la ciudad de Birmingham y causaron la muerte a veintiuna personas.


LO QUE ES Y LO QUE SERÁ

El Sinn Fein está embarcado en tratativas secretas de paz desde 1992. En 1993 el premier John Major y su colega irlandés, Robert Reynolds, firmaron una iniciativa en ese sentido. En 1994 el SF declaró un cese de fuego unilateral que, a menos de veinticuatro horas de iniciado, tuvo como respuesta el asesinato de un obrero católico a manos del UFF. La tregua duró quince meses y finalizó con una bomba en los muelles de Londres que causó dos muertos y cien heridos (...)

La llegada de Tony Blair al gobierno trajo tranquilidad, pero ésta terminó en julio último. Tanto Adams como McGuinness sostiene que las negociaciones deben hacerse junto a los unionistas. Éstos tienen sus razones para dudar de la sinceridad del IRA, pero los nacionalistas se pueden dar el lujo de gestos magnánimos porque ya se empiezan a ver los resultados de una poderosa arma de resistencia pasiva: la natalidad. Y no es broma: si cuando se dividió Irlanda, los católicos del Ulster arañaban treinta por ciento de la población total, ya son -a contrapelo de la tendencia europea- cuarenta y tres por ciento. La cifra es importante no sólo porque implica que en un futuro no muy lejano los católicos serán mayoría, sino porque -a causa de la severa desocupación- representan al Estado una verdadera sangría de subsidios.

Mal que pese a muchos, todos saben que -prosperen o no las próximas negociaciones- el Ulster será a la larga parte del Eire. El problema no es tanto cuándo sino en qué condiciones se llegará a ese momento. Desde hace unos años, también, comenzaron a crearse agrupaciones que reúnen a personas de diferentes credos, como "Mujeres juntas por la paz", que trabajan para vencer prejuicios.

De www.amanza.com.ar

LA VIOLENCIA EN EL ULSTER
Las calles de Irlanda son un polvorín La crisis es la más grave de los últimos 20 años. Hay un muerto y cerca de un centenar de heridos Los esqueletos quemados de los camiones, bulldozers y kombis aún humeaban en el West Belfast, el barrio católico en llamas, tras la segunda noche de violencia. Los mismos adolescentes que los incendiaron para protegerse con barricadas contra la policía y el ejército jugaban al fútbol con las negras estructuras de hierro caliente como arcos, mientras las tanquetas les apuntaban rutinariamente. La crisis en Irlanda del Norte aún no ha cumplido 3 días y es una de las más severas desde que las tropas británicas desembarcaron 26 años atrás en esta región, dominada por el odio religioso entre católicos y protestantes desde el siglo XVIII. El estallido de violencia no sólo ha enterrado el proceso de paz, que ya estaba moribundo, sino que tiene su primer muerto: un loyalista protestante que se voló con la bomba que estaba preparando. Dos jóvenes de 15 años, uno católico y otro protestante, agonizan en el hospital con heridas de bala en la cabeza mientras los heridos superan los 100. Un policía está herido de gravedad, otro tren fue incendiado ante el horror de los pasajeros en Newry y se vuelven a escuchar disparos de francotiradores y de las balas de plástico de la policía en el atardecer del verano en Belfast. Sigue >>

De clarin.com

MILLIONS BRICKS VÍDEO DOCUMENTAL IRLANDA DEL NORTE EN 1999
D.A.E. (Donostiako Arte Ekinbideak) es una asociación cultural que proporciona una estructura flexible para la realización de proyectos de arte en Donostia - San Sebastián. Actualmente está dirigida por Leire Vergara y Peio Aguirre. Cinilingus - "A Million Bricks". Bideo Mostra VII. Casa de Cultura Larrotxene, Donostia 23 Abril. A Millions Bricks es un vídeo documental dirigido y producido por Frank Martin y Seamus Kelters en Irlanda del Norte en 1999. La proyección de este documental se realiza con la colaboración del grupo Cinilingus de Belfast, una estructura formada por varios miembros de la comunidad artística de esta ciudad y que presenta un programa anual de proyecciones de diversos géneros.
A Million Bricks cuenta como en plena euforia económica de los años 60 los vecinos de la zona residencial Springfield Park, se habían comprado casa, ignorando que una vez se iniciaran los disturbios, se encontrarían en el mismo epicentro de una confrontación violenta entre comunidades. Este documental presenta la historia de una comunidad dispersa contada por sus propios miembros a través de los directores quienes, de pequeños vivieron en Springfield Park y más tarde se animaron a utilizar por primera vez el medio videográfico para contar la historia de su barrio. Se trata de gente normal que vio cómo, en el espacio de una década, sus esperanzas se hacían realidad para luego desvanecerse. Donde una vez se erigió una hilera de casas compartidas por protestantes y católicos, ahora se sitúa la mayor línea de la paz de Belfast, un muro de ladrillos que los mantiene separados. Lo que antes fue el hogar de mucha gente, ahora es tierra de nadie. Sigue >>

De www.daeweb.org/es


LOS RAPEROS DE SCEANCHAI
La espera terminó por Juan Arturo Brennan
Fue precisamente el escepticismo lo que marcó mi visita a Irlanda en agosto de 1992, una visita que tenía dos objetivos principales: acercarme un poco a mis orígenes, al posible trazo de un árbol genealógico con raíces en Irlanda, y conocer de cerca la situación política y social de ese conflictivo lugar. El primero de esos dos objetivos no se cumplió: si en el lugar donde vivo soy el único que lleva mi apellido, en Irlanda los Brennan son tan abundantes como los García en México. Todos y cada uno de los actos del Festival son planeados y realizados con un fin común: poner de relieve ante propios y extraños la terrible situación que se vive en Irlanda del Norte y, al mismo tiempo, establecer con toda claridad el hecho de que la comunidad republicana trabaja sin cesar por la causa de la libertad, la justicia, la democracia y la reunificación de su nación.
Música, danza, teatro, exposiciones, conferencias... A diferencia de otros festivales, cada actividad del Festival Comunitario de West Belfast se presta a lecturas múltiples que rebasan con mucho la simple discusión de sus méritos artísticos y estéticos, y aun las exploraciones históricas son de una candente actualidad. Sigue >>

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